“– Hay pocas cosas más repugnantes que la obediencia ciega —dijo—. Os convendría a los dos recordarlo —le hizo una seña a Cronista para que volviera a coger la pluma—. Muy bien… Era un dragón.”
Patrick Rothfuss, El nombre del viento
“– Hay pocas cosas más repugnantes que la obediencia ciega —dijo—. Os convendría a los dos recordarlo —le hizo una seña a Cronista para que volviera a coger la pluma—. Muy bien… Era un dragón.”
Patrick Rothfuss, El nombre del viento
Qué verdad!
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